Recientemente, se ha anunciado un emocionante proyecto para revitalizar el tren de pasajeros en México. El 20 de noviembre, se hizo un llamado a empresas con concesiones de transporte de carga, invitándolas a operar las vías destinadas a trenes de pasajeros, incluyendo las de San Luis Potosí. Más allá de la impactante noticia, es esencial destacar el rico pasado ferroviario que atesora esta región.
Desde la instalación del primer tramo ferroviario en México en 1850, de solo 11 kilómetros, que conectaba el puerto de Veracruz con El Molino, el país experimentó un salto hacia proyectos más robustos. Este símbolo de modernidad y progreso no pasó desapercibido para San Luis Potosí, que vio llegar su primera locomotora en agosto de 1888. Aunque inicialmente concesionada a capital extranjero, este avance marcó el inicio de una era ferroviaria en la capital potosina.
La locomotora número 113, proveniente de Saltillo, Coahuila, operada por Thomas Callion, inauguró en noviembre de ese mismo año el primer viaje en tren de pasajeros de Ciudad de México a San Luis Potosí. Este histórico trayecto, protagonizado por el entonces presidente Porfirio Díaz, duró 21 horas y no estuvo exento de incidentes.
Durante 68 años, las vías ferroviarias de San Luis Potosí crecieron, convirtiendo el ferrocarril en un medio de transporte para la gente y potenciando las cargas comerciales. La estación de carga, ubicada en lo que hoy es la avenida Universidad, fue un hito importante, dividida en dos zonas, siendo la del norte destinada al abordaje de pasajeros.
Aunque el periodo de la Revolución marcó la decadencia del transporte ferroviario, con diversas reestructuraciones nacionales y su eventual nacionalización, este hecho favoreció su transformación en un medio de carga. El 6 de octubre de 1956, la locomotora número 1324 realizó su último recorrido en San Luis Potosí, cerrando un capítulo importante en la historia ferroviaria de la región.
Ahora, con el anuncio del proyecto para reactivar el tren de pasajeros, San Luis Potosí se prepara para dar un nuevo paso en sus vías, fusionando la nostalgia del pasado con las emocionantes posibilidades del futuro ferroviario.
